Esa unidad es la
que se conoce como piedra Angular o piedra Base y es la piedra que proyecta la
construcción mencionada antes
Por este motivo, en las Iglesias Católicas los Altares son de Piedra. Porque la piedra Angular es JesúsCristo, y entonces todo el edificio, la Iglesia, se diseña, se proyecta y se construye en torno a este:
" Altar = Piedra Angular = JesúsCristo "
Y el resto de las Piedras, ¿Dónde están?
Pues el resto de
las Piedras son los Santos y las Santas que son cientos, miles, millones de
Personas que han pasado por esta vida haciendo el Bien y están Viv@s
Por esto las puertas del Infierno no prevaleceran sobre la Iglesia. Porque la muerte no puede retener la Vida (porque no es dueña de Ella), no le pertenece. No la puede Gobernar
Por lo tanto el Alma (sabiéndolo, ó sin saberlo) es quien decide:
Por esto las puertas del Infierno no prevaleceran sobre la Iglesia. Porque la muerte no puede retener la Vida (porque no es dueña de Ella), no le pertenece. No la puede Gobernar
Por lo tanto el Alma (sabiéndolo, ó sin saberlo) es quien decide:
Ó retorna a su Creador, ó no lo hace
La disposición de Dios, es la de Acogernos Siempre
en la siguiente publicación el presente texto continuará...
Referencias:
Catecismo de la Iglesia Católica pinche aquí
756 "También muchas veces A la Iglesia se la llama construcción de Dios (1 Co 3, 9). El Señor mismo se comparó a la piedra que desecharon los constructores, pero que se convirtió en la piedra angular (Mt 21, 42 par.; Cf. Hch 4, 11; 1 P 2, 7; Sal 118, 22). Los apóstoles construyen la Iglesia sobre ese fundamento (Cf. 1 Co 3, 11), que le da solidez y cohesión. Esta construcción recibe diversos nombres: casa de Dios: casa de Dios (1 Tim 3, 15) en la que habita su familia, habitación de Dios en el Espíritu (Ef 2, 19-22), tienda de Dios con los hombres (Ap 21, 3), y sobre todo, templo santo. Representado en los templos de piedra, los Padres cantan sus alabanzas, y la liturgia, con razón, lo compara a la ciudad santa, a la nueva Jerusalén. En ella, en efecto, nosotros como piedras vivas entramos en su construcción en este mundo (Cf. 1 P 2, 5). San Juan ve en el mundo renovado bajar del cielo, de junto a Dios, esta ciudad santa arreglada como una esposa embellecidas para su esposo (Ap 21, 1-2)".