Hoy quiero escribir sobre María, madre de Dios y madre nuestra. Seducido por su imágen bella y dulce. Seducido por su entrega callada y total. Seducido por su fortaleza, vivo en ella la alegría de poder llegar a Cristo.
La imágen que tengo de María es la de una mujer fuerte, dulce, sencilla, cálida. Yo, estoy enamorado de ella, porque nos acoge en los momentos difíciles, intercede por nosotros ante Dios por nuestras debilidades y se alegra y goza con nuestros éxitos contemplandonos con esa sonrisa interminable de cariño.
¿Qué sería de mí sin María?. Madre mía y madre nuestra; nunca nos abandones. Amén.
Referencias:
Encíclica REDEMTORIS MATER pinche aquí
Catecismo de la Iglesia Católica pinche aquí
487 Lo que la fe católica cree acerca de María se funda en lo que cree acerca de Cristo, pero lo que enseña sobre María ilumina a su vez la fe en Cristo.
487 Lo que la fe católica cree acerca de María se funda en lo que cree acerca de Cristo, pero lo que enseña sobre María ilumina a su vez la fe en Cristo.
¡Qué maravilla experimentar ese amor filial a María!
ResponderEliminarSi el mundo compartiera esa experiencia ¡Se daría la mayor revolución de la Historia!
Y a pesar de que tantas veces su amor no es correspondido por los hombres ¡Cuánto ha intervenido Nuestra Madre en la Historia de nuestro mundo! Gracias por este testimonio de amor mariano tan bonito.
Gracias por tu comentario,
ResponderEliminarLo acabo de ver y comparto tu opinión... María debe ser siempre la senda que nos lleve a Dios... y es camino seguro... Te encomiendo a ella.
Un abrazo
Jorge Gallego