Podemos confiar en ella, no emitirá juicio, solo intermediará.
Nos lleva siempre al hijo.
En la foto aparece un icono de una advocación pekinesa. Es Nuestra Señora de Pekín. Me ha encantado. Tiene un rostro sereno, claro, alegre y cercano. Presentarla con un rostro oriental me parece una gran generosidad y una invitación cálida, amorosa y universal.
Referencias:
Catecismo de la Iglesia Católica pinche aquí
969 "Esta [La] maternidad de María perdura sin cesar en la economía de la gracia, desde el consentimiento que dio fielmente en la Anunciación, y que mantuvo sin vacilar al pie de la cruz, hasta la realización plena y definitiva de todos los escogidos. En efecto, con su asunción a los cielos, no abandonó su misión salvadora, sino que continúa procurándonos con su múltiple intercesión los dones de la salvación eterna... Por eso la Santísima Virgen es invocada en la Iglesia con los títulos de Abogada, Auxiliadora, Socorro, Mediadora" (LG 62).
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