viernes, 9 de agosto de 2019

Por la Hija de Tabita

Hace unas semanas publique una entrada acerca de un comentario que hizo una persona que se llama Tabita sobre el Salmo 83 en el lugar habitual donde suelo leer el Evangelio del Día:


Y que hizo que pudiera realizar, pienso, una de las publicaciones que más puede aporta este blog:



Bueno pues en una fecha reciente Tabita pide por la Salud de su Hija de una manera muy especial, porque me imagino que requerirá de un tratamiento especial (por discreción no se publica el comentario)




Bueno pues pido a todas aquellas personas que visitamos este blog que elevemos una oración por la Hija de esta persona, de Tabita, y que desde arriba María haga todo lo posible para que revierta en Gracias sobre la salud de su Hija


¡Amén!

Referencias:

1421 El Señor Jesucristo, médico de nuestras almas y de nuestros cuerpos, que perdonó los pecados al paralítico y le devolvió la salud del cuerpo (Cf. Mc 2,1-12), quiso que su Iglesia continuase, en la fuerza del Espíritu Santo, su obra de curación y de salvación, incluso en sus propios miembros. Esta es la finalidad de los dos sacramentos de curación: del sacramento de la Penitencia y de la Unción de los enfermos.


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