sábado, 25 de enero de 2014

Seducido




El otro día estuve en una Parroquia muy pequeñita… 50 metros cuadrados… que maravilla… los asientos… sillas plegables… al principio me llamo la atención… pero finalmente me resulto seductor. Todo era sencillo, muy sencillo… y grande solo había lo principal… Dios.
Me llamo la atención por lo distinto, simplemente… y es que Dios se manifiesta de esta manera… sencillo, claro, directo… humilde. Todas las Misas son grandes, pero esta me supo distinta… me sentí seducido.
Referencias:
Catecismo de la Iglesia Católica pinche aquí
2742Orad constantemente” (1 Ts 5, 17), “dando gracias continuamente y por todo a Dios Padre, en nombre de Nuestro Señor Jesucristo” (Ef 5, 20), “siempre en oración y suplica, orando en toda ocasión en el Espíritu, velando juntos con perseverancia e intercediendo por todos los santos” (Ef 6, 18).“No nos ha sido prescrito trabajar, vigilar y ayunar constantemente; pero sí tenemos una ley que nos manda orar sin cesar” (Evagrio Pontico, Capita practica ad Anatolium, 49). Este ardor incansable no puede venir más que del amor. Contra nuestra inercia y nuestra pereza, el combate de la oración es el del amor humilde, confiado y perseverante. Este amor abre nuestros corazones a tres evidencias de fe, luminosas y vivificantes:
 
 
 

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